


Como se había prometido, los primeros seis asistentes se ganaron un CD con los seis números de la mencionada revista valenciana, hoy extinta. A ver si recuerdo a los ganadores en orden: Alexis H., Carlos B., Viajero, Kilior y Luis L. Sé que me falta uno, pero ando desmemoriada. A ver, ¿quién me falta? ¡Vamos, pues! ¡Estoy esperando a que me digan!
El plan fue similar al de las tertulias anteriores, es decir, hablar de cualquier cosa. Yo sentí que la conversa estuvo especialmente animada, aunque sea sólo por el volumen. El nivel de decibeles era suficiente como para tener que gritar... y eso que no éramos muchos. Además, estaban pasando un juego de béisbol... y nadie de nuestra mesa le estaba parando metras (en cristiano, haciendo caso). Y eso, en Venezuela, es muy extraño. Sobre todo en una partido de final Tigres-Leones, ganando los Leones del Caracas... y estando en Caracas. (A mí no me gusta el béisbol, pero claro, yo soy anormal.)
Tema aparte fue la Revista Ucronías. El Viajero y esta servidora fuimos llamados a integrar el Comité de Redacción (y para el momento en que escribo estas lineas, me he enterado de que Viajero va a ser el coordinador del comité). Hablamos de los medios de distribución, del tiraje, del financiamiento... La idea promete. Ojalá tenga éxito. Allí me verán.
Y, aunque es algo medio "offtópica" puesto que no es algo directamente relacionado con la tertulia, como sucedió en ella, quiero contarles sobre las razones por las que Alexis Delgado se merece todas las loas y pleitesías del universo entero. La historia viene de atrás (sí, hagan el chiste fácil, lo hice a propósito). Yo colecciono los barcos de Pirates (of the Spanish Main y todas las expansiones que han salido hasta ahora, a saber, of the Crimson Coast, of the Revolution y of the Barbary Coast). Y juego torneos cada jueves en el C. C. Sambil (y he ganado unos cuantos, aunque mi esposito ha ganado más). Yo conocí en persona a Alexis en la tienda donde se hacen los torneos, hace ya algunos meses. Él no juega Pirates, que yo sepa, pero se pasa por allí de vez en vez. Pues resulta que los fabricantes sacaron una edición especial que consistía en unas hermosas cajas de metal con cuatro sobres de Pirates adentro. Y yo deliraba por esas cajas. Son hermosas. Y no las vendían por internet. Ni las iban a traer a Venezuela. Y yo lloraba mi mala estrella. Y Alexis, estando de viaje, las vio... ¡y me trajo la más bonita! ¡La que yo quería! (¿Cómo lo habrá sabido?) Una hermosa caja de metal con el tamaño apropiado para guardar alguna colección de tarjetas (todavía no he decidido cuál) y con la imagen de Calico Cat en la superficie. Gracias, ¡oh maravilloso señor Alexis!
Y eso es todo lo que tengo que contarles por ahora. Me quedé hasta casi las 9 y la tertulia se prolongó hasta las 10, como el amigo Viajero ya les ha adelantado a algunos.
La próxima será el 25 de febrero. Viajero sugirió un nuevo lugar, pero dependerá de los precios. Cuando sepa algo, aviso.
Hasta la vista, béibis...
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